Recuerda siempre que las palabras que te dices en tu mente y las imágenes e historias que recreas influyen poderosamente en tu visión de vivir.
Intentar complacer a todos no es posible. Es desgastante y te baja la moral. Recuerda que a la primera persona que debes complacer es a ti misma. El amor propio no es egoísmo, es mostrarle a otros cómo quieres que te quieran. Establecer límites saludables te ayudará con esto.
Vivir en el pasado. A veces es bonito mirar hacia atrás y recordar historias y anécdotas que nos hicieron felices en un momento en particular. Sin embargo no es apropiado pensar constantemente en lo que sucedió si ello te trae tristezas o comparas tu pasado con tu realidad, pues si estás pasando por un mal momento, el compararlo con un pasado más alegre podría generar depresión o sensación de nostalgia. Recuerda que todo mal día SIEMPRE termina. Todo pasa.
Miedo a los cambios. Todos pasamos por esta etapa. Miedo a lo desconocido es completamente normal, pues nuestro ser y pensamiento lógico siempre quieren protegernos y mantenernos a salvo de lo desconocido. Pero, recordemos que el miedo a lo nuevo es solo una etapa previa a una situación que es superable. Es parte del proceso de crecimiento y superación personal y una vez que se deja libre, se transforma en oportunidades. (Esto lo revisamos en mi coaching 1:1, escríbeme para más detalles).
Sacrificar tu felicidad por la momentánea de otros. Aquí hablemos nuevamente de los límites sanos. En casos extremos es comprensible, pero no debe ser la regla. Vivir en el papel de víctima y siempre complacer a otros porque la sociedad lo impone o porque sientes presión de grupo o tienes miedo al que dirán tampoco te dará felicidad.
Creer que no eres suficientemente bueno en algo. ¿y quién determina esto? todos somos seres pensantes capaces de usar nuestra creatividad y lógica para sacar un proyecto adelante. Lo más importante es ejercer la constancia para que puedas apreciar y ver los frutos de tu trabajo. Si realmente crees en lo que haces, no desistas porque otros piensen que no eres lo suficientemente bueno en ello. Investiga, especialízate y mantente constante en aquello que quieras alcanzar. Nuevamente, los límites los pones tú.
Pensar demasiado. El overthinking es aliada de la procrastinación. Si vives pensando en perfección, o crees que no estás listo, nunca lo estarás. Trabajar en dejar de lado el perfeccionismo y creer en ti son clave para sacar un proyecto adelante, o lo que quieras enfocar tu energía.
Medir tu progreso con la regla de otra persona. El crecimiento de cada quien no es una competencia. El crecimiento es un proceso personal que no tiene fin, porque cada experiencia te enriquece y enseña. Evita en lo que puedas compararte con otros. Tu proceso es único.
Si necesitas ayuda con establecer metas personales, escríbeme a unavidaholistica@gmail.com, juntas podemos elaborar un plan que se ajuste a tu estilo de vida y metas personales. Todo lo que conversemos es confidencial.